lunes, 21 de enero de 2008

LO POLITICAMENTE CORRECTO




¿En el actual conflicto en la ENAH que será lo políticamente correcto?

Indiscutiblemente no me gusta que el INAH haya tomado la decisión de nombrar a una persona diferente a la que gano la votación. Es decir, no estoy de acuerdo en que se realice un proceso de auscultación y que el Instituto decida nombrar en lugar de Gumersindo que gano el primer lugar, a Villalobos que obtuvo el segundo.

Yo no tengo ninguna preferencia personal, pero el hecho me pareció una imposición, pero además me parece que la decisión a favor de Villalobos estaba tomada desde antes de que se realizará la votación. ¿Para que entonces tanto engaño?

Pero si el INAH decidió no respetar el resultado de la auscultación y nombrar a quien le parece mejor, en la escuela estamos haciendo lo mismo a través de la asamblea, en donde la postura que ganó fue la de desconocer todo el proceso en su conjunto, es decir, tampoco respetamos la decisión tomada en las urnas.

Yo creo que aquellos que están por la asamblea como el lugar idóneo para la toma de decisiones en realidad le tiran a la anarquía y dentro de ello, a influir en las decisiones que se tomen dentro del caos.

Igual están condenados a la inanición. En la asamblea de hoy había si acaso 50 personas. Los trabajadores no habían tomado la decisión de quien los representaba –debían de nombrar a 5 elementos- y con ello se ignoraba el acuerdo de la asamblea anterior. Los profesores de tiempo completo tenían 2 representantes y los de hora-semana-mes (profesores por contrato) sumaban tres.

Abulia, apatía, lentitud, pereza fueron las características de la reunión. Ahora el miércoles habrá marcha, plantón frente a las oficinas del INAH. Si son pocos, pues el movimiento entonces ya feneció, y creo que así será pues la mayoría optará por quedarse en sus clases. Si son muchos, entonces la asamblea se fortalecerá y hay el peligro de que impere el extremo, las voces totalmente anti-institucionales y que quieren autogobierno.

Y en todo este ambiente quien pierde realmente es la ENAH.